Tras el auge de las herramientas de Inteligencia Artificial y las plataformas colaborativas de este año, las tendencias tecnológicas de 2024 estarán marcadas por el complejo contexto económico global, la necesidad de proteger la privacidad y la seguridad de los datos, y el afán de regular el uso de algunas tecnologías.
«Los gobiernos son cada vez más conscientes de la importancia de proteger la información de sus habitantes. Esto los llevará a construir su propia infraestructura tecnológica y diseñar políticas, según las necesidades de cada país, para que los datos no sean utilizados de forma ilegal o poco ética», afirma Raju Vegesna, Jefe Evangelista de Zoho. «Además, la posible recesión por la caída del comercio y la búsqueda de rentabilidad obligará a las empresas tecnológicas a competir con precios bajos para conseguir nuevos clientes. Por ello, la privacidad, las políticas y el precio, serán los elementos clave que guiarán la pauta tecnológica en 2024».
Como parte de sus predicciones, Vegesna considera que los gobiernos estarán obligados a buscar formas para regular las malas prácticas de la Inteligencia Artificial, sin afectar su utilización en los negocios ni la innovación de los fabricantes de software. Estas son las principales tendencias que verá la industria tecnológica durante el próximo año.
- La ‘commoditización’ de la IA
La IA está en su pico más alto de desarrollo y se espera que siga siendo una fuerte tendencia durante los próximos meses. Esta tecnología se popularizará de tal manera que se convertirá en un commodity, similar a los buscadores y los correos electrónicos. Aquellas aplicaciones que no aprovechen las ventajas de este bien básico estarán condenadas a desaparecer, al tiempo que su utilización será cada vez más transparente para los usuarios. Las fabricantes de software se darán cuenta de que no hay dinero en su promoción, sino que todo su valor estará en sus integraciones.
- Precio y rentabilidad
El contexto macroeconómico muestra una posible recesión global en 2024, que empezaría en Estados Unidos e impactaría a Europa y a América Latina. En la medida en que baje el comercio, se abre la posibilidad a una contracción del PIB mundial.
El sector tecnológico no será ajeno a esta realidad y las empresas que no sean rentables no lograrán sobrevivir. Algo que complicará especialmente a las organizaciones que cotizan en bolsa, pues se verán obligadas a aumentar sus precios o contraer su operación, para mantener los resultados que exigen sus accionistas.
“Frente a la incertidumbre económica, las compañías suelen ser más precavidas con sus gastos. Si las empresas de software no consiguen nuevos clientes, tendrán que reducir los precios, de no ser así, los clientes reducirán gastos y se irán con vendedores más baratos”, añade Vegesna.
- Políticas y regulación
Con los alcances de la Inteligencia Artificial y las tecnologías derivadas, los gobiernos verán la necesidad de diseñar políticas que regulen su uso sin limitar la innovación de los desarrolladores. Esta tendencia, se impulsará en 2024 y seguirá desarrollándose en los próximos años.
Australia, China, la Unión Europea, Francia, Irlanda, Italia, Japón, España y el Reino Unido están llevando a cabo investigaciones exhaustivas sobre la tecnología. Algunos de ellos ya cuentan con borradores de leyes o están mostrando interés en comprender y regular la IA con el objetivo de salvaguardar la privacidad de sus habitantes.
En América Latina, Brasil ya cuenta con una ley de protección de datos, además de otra sobre delitos informáticos y de ciberseguridad. Actualmente, está explorando proyectos de experimentación regulatoria y están en proceso de tramitar un proyecto de ley específico para regular la IA. Por su parte, Chile tiene una Política Nacional de Inteligencia Artificial y aunque todavía no cuenta con una política integral, están tramitando tres propuestas que pretenden regular aspectos de la IA
En Colombia todavía no se tiene una regulación puntual para esta tecnología, pero se ha visto una experimentación regulatoria y cuentan con una ley de protección de datos. Perú se destaca en la región porque en julio publicó la Ley 31814, con la que promueve el uso de la Inteligencia Artificial de forma ética, sostenible, transparente y responsable, que se complementa con una legislación sobre la protección de datos.
De esta manera, se espera que más países diseñen políticas que respondan a sus necesidades de privacidad y seguridad, impulsando el uso y desarrollo de nuevas tecnologías.
- Regreso al ‘on-premise’ y la nube privada
Para mejorar la seguridad y la privacidad de sus datos, algunas organizaciones comenzarán a contar con su propia infraestructura para almacenar y manejar la información. Por ello, una de las tendencias que se espera para 2024 es el regreso a la nube privada y el software ‘on-premise’ (que se instala en sus propios equipos).
«Las personas son cada vez más conscientes de la importancia de sus datos, de por qué se deben cuidar y a quiénes se los entregan, por lo que exigen a las empresas y gobiernos un mayor control y seguridad. Este año abrimos dos Centros de Datos en Canadá porque sus regulaciones le impiden a las empresas almacenar información de sus habitantes por fuera del país. Eso mismo pasará en todos los países», cuenta Vegesna.
- Reducir la tercerización
Elon Musk acuñó el término ‘Idiot Index’, que hace referencia a la disparidad entre el costo del producto final y el que tiene la suma de sus partes. Por ejemplo, si elaborar un producto cuesta 100 dólares, pero sus partes equivalen a 10, el ‘Idiot Index’ muestra una enorme fuga de recursos en la cadena de suministros.
Por esta razón, Tesla es la única marca de automóviles eléctricos de EE.UU. que elabora sus propios motores, vidrio, sistemas de audio, entre otros. Su idea es eliminar intermediarios innecesarios para elevar sus ganancias.
En el 2024, muchas empresas comenzarán a seguir este mismo camino de eliminar ‘capas’ en sus procesos, para reducir los costos de producción. En este sentido, buscarán soluciones de software ‘llave en mano’ que les permitan gestionar y centralizar los nuevos procesos, sin tener que elevar sus costos en implementaciones costosas.