El mercado de centros de datos en América Latina se encuentra en una fase de transición impulsada por el auge de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático (ML), el big data y el Internet de las Cosas (IoT). Estas innovaciones están jugando un papel cada vez más importante en la vida diaria y en la conciencia pública, lo que genera una creciente demanda de datos. Como resultado, existe una necesidad imperiosa de desarrollar una infraestructura digital robusta que permita a la región responder a este incremento de tráfico y a la necesidad de una economía digital más madura.
Alex Sasaki, vicepresidente de ventas de Vertiv Latinoamérica, afirma que, América Latina ofrece varias ventajas competitivas para atraer inversiones en este campo. Entre ellas se destacan las abundantes fuentes de energía renovable y un entorno empresarial favorable que fomenta el desarrollo de nuevas iniciativas tecnológicas. Estos factores han sentado las bases para el crecimiento de las empresas, ofreciendo oportunidades significativas tanto para inversores como para fondos y empresas tecnológicas interesadas en establecerse en la región.
Una de las oportunidades más significativas es el crecimiento de la nube híbrida, que permitirá a las empresas equilibrar sus instalaciones locales con soluciones en la nube, al tiempo que el despliegue del 5G impulsará aún más la demanda de infraestructura crítica. Esto abrirá una ventana de oportunidades para los operadores de centros de datos en América Latina, con un enfoque en la flexibilidad operativa y la eficiencia, lo que beneficiará sectores clave como las telecomunicaciones, la salud, las finanzas, la educación y el turismo.
Según el Panorama del mercado de centros de datos en América Latina 2024 – 2029, el mercado de centros de datos en la región verá inversiones que alcanzarán los 10.060 millones de dólares para el año 2029, con una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 7.95%. Este crecimiento será impulsado por países como Brasil, México, Colombia y Perú, que están posicionados estratégicamente para liderar el desarrollo de esta infraestructura.
Brasil sigue siendo el mercado más grande de la región en términos de centros de datos, gracias a su robusta base instalada y a su amplia disponibilidad de energía. El tamaño del mercado de centros de datos en Brasil se estima en 74 mil MW para 2024, con proyecciones que alcanzan los 121 mil MW para 2029. Este crecimiento se ve favorecido por la creciente demanda de servicios tecnológicos y por la matriz energética del país, que apoya tanto a las empresas nacionales como internacionales en su expansión.
México, por su parte, ha emergido como un destino atractivo para la inversión en centros de datos, gracias a su proximidad a los Estados Unidos y a su marco regulatorio flexible. Esta flexibilidad permite la construcción de infraestructuras a medida de las necesidades específicas de los operadores. El estado de Querétaro se ha convertido en un epicentro clave para el desarrollo de centros de datos, beneficiándose de su excelente conectividad a internet, energía eléctrica confiable y un entorno empresarial estable. Además, la Asociación Mexicana de Centros de Datos ha jugado un papel fundamental en articular las estrategias nacionales, posicionando al país como un líder regional en este sector.
Colombia, al igual que México, ha hecho avances significativos en el establecimiento de un ecosistema atractivo para los centros de datos. El país ha atraído inversiones en centros de datos de hiperescala y servicios en la nube, gracias a su competitividad en costos, disponibilidad de espacio y su energía derivada de fuentes renovables. Estos factores han hecho de Colombia un destino preferido para las empresas que buscan expandirse en la región.
En el caso de Perú, el país se perfila como un actor clave en el panorama latinoamericano de centros de datos. Su capital, Lima, destaca por su excelente conectividad a través de cables submarinos y por su clima moderado, lo que ofrece condiciones óptimas para el desarrollo de nuevas infraestructuras de centros de datos. Además, la calidad de su energía y la disponibilidad de terrenos para la expansión hacen de Perú un destino prometedor para futuras inversiones tecnológicas.