Cuando los consumidores piensan en los fabricantes de automóviles que fabrican vehículos eléctricos (EV), marcas como Tesla y Rivian suelen encabezar la lista. Pero ahora todos, desde Mazda hasta Maserati, tienen un automóvil en la carrera de vehículos eléctricos, y PACCAR está dando grandes pasos en el impulso para electrificar las flotas comerciales.
Más opciones de vehículos eléctricos significan que más gente los conduce, lo que significa que más personas dependen de estaciones de carga públicas para alimentar sus automóviles y camiones. Y si alguna vez los usuarios han realizado un viaje de larga distancia en un automóvil eléctrico, sabrán que los cargadores públicos suelen ser pocos y espaciados. Eso está a punto de cambiar, sólo si los fabricantes de automóviles y las empresas de seguridad trabajarán juntos para dotar a la infraestructura de carga de vehículos eléctricos de disponibilidad, interoperabilidad y confianza.
La solución para las estaciones de carga públicas
“El primer obstáculo para el uso generalizado de vehículos eléctricos es el número limitado de estaciones de carga públicas, la mayoría de las cuales actualmente no se encuentran a lo largo de largos tramos de carretera donde los viajeros de larga distancia podrían necesitarlas desesperadamente, sino en los estacionamientos de centros comerciales y otros empresas con fines de lucro que quieren que gastes dinero mientras cobras”, afirmó Dean Coclin, director senior de desarrollo empresarial de DigiCert.
Los supercargadores Tesla son óptimos para los viajes, pero el verdadero punto de inflexión no son solo más cargadores: es la interoperabilidad. Algunos Supercargadores Tesla ya ofrecen adaptadores Magic Dock CCS, que permiten que cualquier vehículo eléctrico con un enchufe del Sistema de carga combinado (CCS) se cargue en las estaciones de carga Tesla equipadas con Magic Docks.
Pero la experiencia no siempre es positiva. Para utilizar un Tesla Supercharger, los propietarios de vehículos eléctricos que no sean Tesla primero deben descargar la aplicación Tesla, crear un perfil y agregar un método de pago. Luego, la aplicación ayuda a los conductores a localizar un Supercharger equipado con un adaptador, pero los propietarios que no son Tesla a menudo descubren que sus vehículos eléctricos se cargan más lentamente que con un cargador rápido de CC. Además, los cables del Tesla Supercharger son cortos y la ubicación de los puertos de carga aún debe estandarizarse en todos los vehículos eléctricos.
La confianza digital
Una mayor disponibilidad e interoperabilidad de los cargadores de vehículos eléctricos cambiará la cara del ecosistema de vehículos eléctricos. Pero hay un componente menos visible, pero igual de importante: la confianza digital.
A primera vista, conectar el vehículo eléctrico a una estación de carga de otro fabricante de automóviles o incluso de un tercero puede parecer una transacción básica, similar a una tarjeta de crédito. Desafortunadamente, ese no es el caso, porque los vehículos eléctricos son como computadoras personales sobre ruedas que contienen no solo su información de identificación sino también el historial de viajes, ubicación inmediata, tiempo estimado en esa ubicación, qué tan lejos puede viajar según la carga que recibe, y algunos vehículos eléctricos pueden incluso identificar si el conductor está solo en el vehículo. Sin estándares de seguridad probados para garantizar que solo se comparta la información necesaria y correcta del consumidor, los consumidores no confiarían en todo el ecosistema.
“La tecnología inteligente que alimenta y carga los vehículos eléctricos es como una cadena: es tan fuerte como su eslabón más débil. Infundir confianza en la infraestructura de los vehículos eléctricos significa asegurar la distribución de energía, garantizar la integridad de los pagos, proteger el software de un extremo a otro y autenticar las identidades de los vehículos. Una de las tecnologías más importantes para asegurar la carga de vehículos eléctricos es la infraestructura de clave pública (PKI), que confirma la legitimidad de los certificados de contrato para los conductores y establece una conexión segura entre los vehículos eléctricos y los cargadores, un proceso de autenticación bidireccional que se produce automáticamente cuando el vehículo eléctrico se conecta.”, concluyó Dean Coclin.