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Por: Ángela Quintero, Líder de Consultoría de IBM para el Norte de Suramérica
La promesa de un mundo híperconectado está cada vez más cerca. Durante el último año, la industria de las telecomunicaciones y el ecosistema de redes están alcanzado una curva de crecimiento exponencial en tecnologías como el 5G. De hecho, según un estudio del IBM Institute for Business Value (IBV), esto se verá reflejado en ventas anuales de 13.1 billones de dólares, que es lo que puede representar el 5G en todos los sectores industriales para 2035.
Mientras nos preparamos para descubrir el futuro de la conectividad en el Mobile World Congress (MWC) en Barcelona, anticipamos 5 tendencias que serán clave en 2023 para Latinoamérica:
1. Surgimiento de IoT 5G
Se espera una reducción del costo de los chipsets 5G de hasta un 50 %, que junto a un consumo de energía más bajo permitirá que se convierta en un ecosistema mucho más grande de cosas conectadas. Por lo tanto, además de hacer que los dispositivos 5G sean mucho más asequibles, es probable que los nuevos chips estén integrados en una nueva generación de dispositivos IoT, con puntos de conexión de banda ancha más altos que hará posible un mayor grado de conectividad y visibilidad. Este año, podemos esperar que muchos de los desarrollos en curso alcancen mayores niveles de madurez con puntos de costo mucho más bajos y esto desbloqueará una variedad de nuevos casos de uso y tecnologías que hasta ahora no habían sido posibles.
2. Crecimiento del acceso móvil fijo
Si bien muchos de nosotros al vivir en grandes ciudades damos por hecho el acceso a Internet de alta velocidad, el acceso sigue siendo problemático si se vive en otros lugares. Muchas zonas rurales y pueblos carecen de la infraestructura de fibra para permitir el nivel de banda ancha necesario para participar en el mundo de la educación, los negocios y el entretenimiento actual. En los últimos dos años, el acceso móvil fijo ha ayudado a reducir esta brecha digital. Además, en este escenario, la cobertura celular 5G proporciona resiliencia a los clientes críticos como los bancos, las clínicas sanitarias y las tiendas de alimentos y permite a las aplicaciones de banda ancha alta como el edge computing que funcionen sin problemas.
3. Una mayor inversión en edge computing
A medida que las redes 5G alcancen niveles más altos de implementación, las empresas de telecomunicaciones han estado desplegando centros de edge computing para acercar la potencia del procesamiento en la nube a sus usuarios, reduciendo la latencia para un mayor rendimiento al tiempo que aumenta la resiliencia. En 2023, se espera que las empresas de telecomunicaciones se decanten en gran medida por ampliar sus servicios en torno al edge para empresas a medida que esta arquitectura se vuelva más generalizada en todo el mundo.
4. Una mayor demanda para el 5G privado
Dado que las capacidades de las redes celulares empiezan a ser cada vez más deseables, el 5G asumirá un papel más dominante frente al wifi. Más y más empresas aparecerán para aprovechar los beneficios de una red 5G privada, especialmente aquellas con un campus grande, una planta de producción o un gran espacio geográfico. En particular, se espera una adopción más cálida del 5G privado en todos los sectores en los que sea crítica una resiliencia alta de los servicios y la estabilidad de red, como la minería, la agricultura y los puertos de mercancías con un crecimiento exponencial impulsado por la reducción del precio de los chipsets 5G para los puntos de conexión.
5. Una nueva gestión de las políticas de red
Para los sectores regulados como la banca, es fundamental tener un control estricto sobre la forma en que fluye el tráfico, y así conocer qué es lo que está permitido que se conecte con qué. Es el momento de gestionar y distribuir políticas siempre que conectemos algo nuevo. Para estar al corriente de estos desafíos, muchas grandes empresas en los sectores regulados han recurrido a sus proveedores para encontrar formas mejores y más dinámicas de controlar las políticas que se aplican en sus redes, sin comprometer la regulación ni las políticas que las restringen; un servicio gestionado y una oportunidad de red gestionada que se espera que crezca en 2023.
Se espera que este año traiga una gran cantidad de nuevas oportunidades para los proveedores de telecomunicaciones en Latinoamérica a medida que sigue creciendo la demanda por servicios basados en 5G y otras tecnologías de vanguardia. En el proceso, estos desarrollos ayudarán a reducir la brecha digital, impulsar el crecimiento económico y a acercar nuestro mundo.